sábado, 15 de noviembre de 2014

Desaparecidos

Desaparecidos

(Geografías – 1984)
Ciénagas

Están en algún sitio / concertados
desconcertados / sordos,
buscándose / buscándonos
bloqueados por los signos y las dudas
contemplando las verjas de las plazas
los timbres de las puertas / las viejas azoteas
ordenando sus sueños sus olvidos
quizá convalecientes de su muerte privada

nadie les ha explicado con certeza
si ya se fueron o si no
si son pancartas o temblores
sobrevivientes o responsos

ven pasar árboles y pájaros
e ignoran a qué sombra pertenecen

cuando empezaron a desaparecer
hace tres cinco siete ceremonias
a desaparecer como sin sangre
como sin rostro, y sin motivo
vieron por la ventana de su ausencia
lo que quedaba atrás / ese andamiaje
de abrazos cielo y humo

cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que querían

están en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy, vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio.

lunes, 8 de septiembre de 2014

Las soledades de babel

Las soledades de Babel

(Las soledades de Babel - 1991)
Babel


La soledad es nuestra propiedad más privada
viejo rito de fuegos malabares
en ella nos movemos e inventamos paredes
con espejos de los que siempre huimos

la soledad es tiempo / veloz o detenido /
reflexiones de noria / espirales de humo /
con amores in vitro / desamores in pectore /
y repaso metódico de la buena lujuria

la soledad es noche con los ojos abiertos
esbozo de futuro que escondió la memoria
desazones de héroe encerrado en su pánico
y un sentido de culpa / jubilado de olvido

es la tibia conciencia de cómo deberían
haber sido los cruces de la vida y la muerte
y también el rescate de los breves chispazos
nacidos del encuentro de la muerte y la vida

la soledad se sabe sola en mundo de solos
y se pregunta a veces por otras soledades
no como via crucis entre ánimo y ánima
más bien con interés entomológico

todavía hace un tiempo / en rigor no hace tanto
las soledades / solas / cada una en su hueco
hablaban una sola deshilachada lengua
que en los momentos claves les servía de puente

o también una mano una señal un beso
acercaban al solo la soledad contigua
y una red solidaria de solos conectaba
las geografías y las esperanzas

en el amor y el tango los solos se abrazaban
y como era de todos el idioma del mundo
podían compartir la tristeza y el goce
y hasta se convencían de que no estaban solos

pero algo ha cambiado / está cambiando
cada sólo estrenó su nueva cueva
nuevo juego de llaves y candados
y de paso el dialecto de uno solo

ahora cuando bailan los solos y las solas
ya no se enlazan / guardan su distancia
en el amor se abrazan pero piensan
en otro abrazo / el de sus soledades

las soledades de babel ignoran
qué soledades rozan su costado
nunca sabrán de quién es el proyecto
de la torre de espanto que construyen

así / diseminados pero juntos
cercanos pero ajenos / solos codo con codo
cada uno en su burbuja / insolidarios
envejecen mezquinos como islotes

y aunque siga la torre cielo arriba
en busca de ese pobre dios de siempre
ellos se desmoronan sin saberlo
soledades abajo / sueño abajo

viernes, 20 de junio de 2014

Triste N° 1

Triste N° 1

(Las soledades de Babel - 1991)
Tréboles


Por la memoria vagamos descalzos
seguimos el garabato de la lluvia
hasta la tristeza que es el hogar destino

la tristeza almacena los desastres del alma
o sea lo mejorcito de nosotros mismos
digamos esperanzas sacrificios amores

a la tristeza no hay quien la despoje
es transparente como un rayo de luna
fiel a determinadas alegrías

nacemos tristes y morimos tristes
pero en el entretiempo amamos cuerpos
cuya triste belleza es un milagro

vamos descalzos en peregrinación
triste tristeza llena eres de gracia
tu savia dulce nos acepta tristes

el garabato de la lluvia nos conduce
hasta el hogar destino que siempre has sido
tristeza enamorada y clandestina

y allí rodeada de tus frágiles dogmas
de tus lágrimas secas / de tu siglo de sueños
nos abrazas como anticipo del placer

jueves, 19 de junio de 2014

Soledades

Soledades

(Poemas de otros - 1974)
De otros diluvios


Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
                       no existe
ah pero si existiera con minúscula
sería semejante a nuestra breve
                                presoledad

después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la solead
después del amor viene la soledad

ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
              solo en el mundo
sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan

y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo

los datos objetivos son como sigue

hay diez centímetros de silencio
    entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
    entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
    entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola
si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se verá un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
                 viene la soledad
 

conforme
         pero
qué vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
                     tan solo

si imagino
mejor dicho si sé
que más allá de mi soledad
                           y de la tuya

otra vez estás vos
aunque sea preguntándote a solas
qué vendrá después
                   de la soledad

miércoles, 18 de junio de 2014

Por qué cantamos

Por qué cantamos

(Cotidianas - 1979)
Retratos y canciones


Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco inmóvil

usted preguntará por qué cantamos

si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza

usted preguntará por qué cantamos

si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro

usted preguntará por qué cantamos

cantamos por que el río está sonando
y cuando el río suena / suena el río
cantamos por que el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino

cantamos por el niño y por todo
y por que algún futuro y por que el pueblo
cantamos por los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos

cantamos por que el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos por que creemos en la gente
y por que venceremos la derrota

cantamos por que el sol nos reconoce
y por que el campo huele a primavera
y por que en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta

cantamos por que llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y por que no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.

lunes, 16 de junio de 2014

Los descansos

Los descansos

(Próximo prójimo - 1965)

I

Ni ahora ni después
ni al medio día
ni en la tarde brevísima
ni en la noche pesada
ni mañana
ni dentro de diez días
tendré
lo qué se dice
tiempo
de ahí que el descanso sea
una gloriosa
inmerecida siesta
que siempre duermen otros

II

Uno quisiera a veces conseguir un insomnio
para tasar con calma
con cordura
los fracasos las viles resonancias
y aprender del silencio
ese maestro
un insomnio sin miedo
sin ruidos evidentes
agresivos

a lo sumo escuchar la tarea ominosa
de los tercos roedores de la noche
sentir cómo sus dientes
diminutos
constantes
destruyen el futuro

un insomnio sereno
para que el viejo espíritu
o la nueva cabeza
canjeen de una vez sus exiguas angustias
por una angustia grande
crecida
verdadera

pero ya no se puede
no existe ese derecho

a la noche uno cae como roca ajena
como un susto
de plomo
y el sueño es nada más que una vacía
sinopsis de la muerte.

domingo, 15 de junio de 2014

La hazaña

La hazaña

(Contra los puentes levadizos - 1966)


Después de todo es fácil recordar
basta con arrimarse al horizonte
basta con bostezar en plena euforia
alcanza con entrar en la agonía

es fácil recordar
se abren las manos
y se cierran
y en el puño vacío
está el juguete
están la cruz o el seno
que se desentendieron del presente
que quedaron atrás
que todavía

es fácil
basta con decir un nombre
basta con desandar cierta tristeza
alcanza con quebrar el odio ajeno

la gran proeza
la mejor hazaña
de la memoria
             es olvidarlo todo.

jueves, 12 de junio de 2014

Aquí se respira bien

Aquí se respira bien

(Montevideanos - 1949)

-¿Nos sentamos en éste? -pregunta el Viejo.
-Mejor aquél. Tiene más sombra.
Por más que nadie intenta arrebatárselo, Gustavo se cree obligado a correr para asegurarse el usufructo del banco. El padre llega después, sin apuro, con el saco en el brazo.
-Se respira bien en este rinconcito -dice, y para demostrarlo resopla ostensiblemente. Luego se acomoda, saca la tabaquera y arma un cigarrillo entre las piernas abiertas.
A las diez de la mañana de un miércoles, el Prado está tranquilo. Tranquilo y desierto. Hay momentos tan calmos que el ruido más cercano es el galope metálico de un tranvía de Millán. Luego un viento cordial hace cabecear dos pinos gemelos y arrastra algunas hojas sobre el césped soleado. Nada más.
-¿Cuándo empezás a trabajar? -Mañana.
El padre humedece la hojilla y sonríe para sí mismo, distraído.
-Si estuvieras siempre en casa... como estos días...
-¿Te gustaría estar con el Viejo, eh?
Gustavo recoge como un premio el tono de camaradería. Una bocanada de ternura lo obliga a decir algo, cualquier cosa.
-¿Qué hacés en la oficina?
-Y.. trabajo.
-Pero... ¿en qué trabajás?
-Informo expedientes, firmo resoluciones.
Por un instante, Gustavo imagina a su padre trepado en un alto pupitre, firmando resoluciones, informando expedientes, todos voluminosos como la Historia Sagrada. Pero en seguida acomoda la imagen en su modesta realidad.
-Entonces... ¿sos un jefe?
-Claro.
El muchacho se echa hacia atrás, con las manos en la cintura, recorriendo posesivamente el cinturón de elástico azul. A menudo el Viejo le trae regalitos. Siempre adivina cuál es la menudencia que él desea con máximo fervor.
-Cuando pase el examen de ingreso, podría entrar en tu oficina.
El padre ríe, complacido.
-Estás loco. A tu edad no se puede. Y además, yo quiero que estudies.
El Viejo mira los pinos gemelos y echa humo por la nariz. Gustavo sabe con absoluta precisión qué se espera de él.
-¿Qué materia te gusta más?
-Historia.
Mentira. Le gustan las cuentas. Pero confesarlo equivale a seguir arquitectura. 0 ingeniería, como le pasó al hermano del Tito.
-No hay ninguna carrera que se base en la historia.
-Por eso mismo... lo mejor será que me emplee en tu oficina.
El padre suelta una carcajada. Evidentemente está encantado con la maniobra.
-Así que historia, ¿eh ... ? Si no supiera que multiplicas y dividís como una maquinita...
Gustavo se pone colorado. No le hace gracia el elogio. Él quiere entrar en la oficina, colocarse junto al enorme pupitre del padre, alcanzarle los expedientes para que los autorice y pasar el secante sobre la firma,
-No te recomiendo la oficina -dice el Viejo, que después de muchas maniobras ha conseguido escupir una hebra de tabaco.
Al final del camino, hamacándose lentamente como un pato, ha aparecido un hombre de oscuro, un importuno.
-Mamá dijo una vez que no vale la pena estudiar.
-Tu madre, la pobre, está cansada y a veces no sabe lo que dice. -Pero...
-En cambio vos no estás cansado y a mí no me gusta oírte hablar así.
El padre se ha puesto serio y Gustavo se siente disminuido. El hombre-pato ahora está cerca y se ha detenido a observar una araucaria. -¿Y no podría ser... que estudiase... y además... trabajase contigo? -¿Y no podría ser -parodia deliberadamente el Viejo- que te quedaras tranquilo? Total... sólo tenemos ocho años más para pensarlo.
Gustavo sabe que, como siempre, el padre está en lo cierto. Tiene la sensación de que está representando el papel del tonto. Sin embargo, ahora también el padre sonríe, comprensivo. Sonríe con sus labios delgados y también con sus ojos grises, bondadosos.
El hombre-pato se ha detenido frente a ellos. -Hola -dice.
-Hola -dice el Viejo, que no lo había visto acercarse. -¿Así que éste es su chico? -Sí.
Evidentemente, el Viejo está molesto. El hombre-pato tiene ojos mezquinos. Le tiende a Gustavo su mano pegajosa.
-Mire qué casualidad encontrarlo aquí... ¿Está de licencia? -Sí.
-Yo tenía que cobrar unas cuentitas por Larrañaga, pero el sol está tan agradable, que me decidí a cruzar por este lado.
-Cierto, aquí se respira bien -comenta el Viejo, por decir algo.
También Gustavo está incómodo. Daría cualquier cosa para que el tipo se esfumase. Pero no, se ha establecido. Gustavo se fija en los detalles. Del bolsillo del saco le asoma un pañuelo que debiera ser blanco. El pantalón tiene sobre la rodilla un zurcido grosero y evidente.
-¿Y cuándo vuelve?
-Mañana.
-Bueno, entonces iré a verlo.
El padre se agita. Tira el cigarrillo y lo aplasta con el zapato. De pronto hace un gesto raro, como señalando al chico. Gustavo no entiende el ademán, pero comprende perfectamente que el padre está molesto. El tipo, en cambio, no ve nada.
-Tengo que llevarle un regalito... ¿eh... ? Para que camine aquella orden de pago...
Ahora el padre hace un gesto desesperado.
-Mañana hablamos. Mañana.
Gustavo siente que se le va la cabeza, pero tiene una horrible curiosidad. Una vez le había dado al pecoso Farías un rabioso puñetazo en la nariz, sólo porque había dicho: «Anoche en la cena, papá dijo que tu viejo es buena pieza. »
-Si no recuerdo mal, es un papelito de cien.... ¿qué le parece? -Mañana hablamos. Mañana.
Gustavo nota que el padre ha envejecido diez años. Se ha puesto otra vez el saco, ha juntado las piernas y está doblado hacia adelante.
Al fin, el tipo ha comprendido a medias.
-Bueno, me voy. Adiós amigo.
El Viejo no responde. Gustavo toca apenas la mano blanda y pegajosa. El hombre-pato se aleja, hamacándose lentamente, disfrutando del sol. Atrás, le cuelga el forro descosido del saco.
Sin hacer un gesto, el padre se levanta y empieza a caminar en dirección opuesta a la del tipo. Gustavo siente ahora en su mano la palma seca, rugosa, del Viejo. A veces, la madre le toma el pelo porque a él todavía le gusta que lo lleven de la mano.
Sin levantar la vista, el padre carraspeo, y el muchacho intuye que algo le va a ser explicado. Quisiera pedir a Dios que algo le sea explicado. -Mejor no le digas a tu madre que encontramos a éste...
-No -dice Gustavo.
Aún no sabe exactamente qué le está pasando. Por lo pronto, libera su mano, la mete en el bolsillo del pantalón y se muerde el labio hasta hacerlo sangrar.

miércoles, 11 de junio de 2014

Horóscopo

Horóscopo

(El mundo que respiro - 2001)

No olvides el pudor de la almohada
sólo así vencerás tu hipocondría
de paso irá mejor tu economía
y el tiempo correrá como si nada

si juegas te irá bien en la jugada
tu salud tendrá fibra y lozanía
el amor colmará tu fantasía
y el trabajo será cosa sagrada

el regocijo vencerá al letargo
todo irá viento en popa y sin embargo
aunque te encuentres guapo en el espejo

y disfrutes del beso y la palabra
habrá un minuto en que la noche se abra
y te despiertes pobre triste y viejo.

martes, 10 de junio de 2014

Morondanga

Morondanga

(Las soledades de Babel - 1991)
Tréboles

Como habitantes de un planeta ínfimo
templado por un sol de morondanga
no vamos a incurrir en el deliro
de creernos capataces del cielo

los millones de solos que nacemos
vivimos y morimos humillados
por el desdén de las galaxias
y desde el caracol de la soberbia
creamos dioses
semidioses
apóstatas
caciques
tendremos algún día que buscarnos
con la lupa del miedo
y al comprobar nuestra gastada
inevitable ausencia
optar por disolvernos sin pudor
en el vacío individual y cósmico

viernes, 6 de junio de 2014

Hombre que mira a otro hombre

Hombre que mira a otro hombre

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Vos también estás asombrado
no querés admitir la salvación por el infierno
o acaso no podés creer que haya
cualesquiera hijos de vecino
que metan la vida prójima en el cepo

que un tipo pueda respirar
y buscar el amor
y faenar el tiempo
y besar a sus hijos
y decir oraciones
y hasta cantar bajito
después de haberse traicionado
corrompido
           enmerdado
metiendo la vida prójima en el cepo

vos
como yo
estás asombrado

en realidad no hay fogata para ese humo
ni siquiera hay sed para ese cántaro
tal vez no haya pájaros para ese viento
para ese inmune no haya después

las venganzas yacen calmas y feroces
la paciencia se arruga de tanta espera
vos te preguntás donde está la cosecha
y sin embargo tu estupor intacto
demuestra por lo pronto que algo cosechaste

vos mirás como inmóvil y te miro mirar
somos dos conjeturas incómodas fraternas
no entendemos un pito de esta infame justicia
de esa fábrica de odios que propone el olvido

a lo mejor te vino la infancia en un destello
sentiste la sesera    esa insensible
pensaste el corazón      ese impensable
pero ni así te acostumbraste a esa saña piadosa
a esa masacre tan emputecida
así que no aflojaste ni un suspiro
y te seguiste asombrando te seguiste

yo te miro mirar como inmóvil
pero claro la cosa no se arregla
con miradas
            ojeadas
                    o vistazos

qué tal si nos arremangamos vos y yo

sábado, 26 de abril de 2014

Hombre que mira su país desde el exilio

Hombre que mira su país desde el exilio

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

a fleur

País verde y herido
         comarquita de veras
    patria pobre

país ronco y vacío
      tumba muchacha
                sangre sobre sangre

país lejos y cerca
            ocasión del verdugo
                 los mejores al cepo

   país violín en bolsa
       o silencio hospital
        o pobre artigas

 país estremecido
puño y letra
                  calabozo y praderas

    país ya te armarás
            pedazo por pedazo
              pueblo mi pueblo

        país que no te tengo
     vida y muerte
                cómo te necesito

       país verde y herido
              comarquita de veras
         patria pobre

lunes, 21 de abril de 2014

Hombre que mira al tira que lo sigue

Hombre que mira al tira  que lo sigue

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran


Well, old spy
looks like I
led you down some pretty
blind alleys.
RAY DUREM

Señor molusco       caballero lapa
ya sabés en qué malos pasos ando
conocés mis esquinas y mis fobias
mis bares mis amores mi bufanda

conocés las puteadas que rezo despacito
cuando pasan los verdes apuntando
conocés cómo escupo al cielo ajeno
cuando me hace sombra el helicóptero

conocés bien a qué mujeres miro
y vos también mirás        degenerado
es el único acuerdo entre nosotros
y dura lo que un lirio           o una ráfaga

conocés qué porfiada dulzura me atraganta
cuando caen los mejores        los más tiernos
los que podrían levantar de a poco
la feroz inocencia que nos salve

conocés que conozco que hay algunos
que cayeron por vos hijo de puta
quiero decir molusco       pobre lapa
ya ves que andás en pasos mucho peores

conocés a qué juego y a qué apuesto
sabés que apuesto a que desaparezcas
no el fulano que sos sino el mohoso
herrumbrado tornillo de cadalso

me seguís por mis calles por mis tangos
por mis lluvias y mis noches de arena
vigilás mis gaviotas y mi cédula
mi casilla postal y mi resfrío

conocés mis abrazos y mis postres
mi bigote mi vino mi teléfono
mi libretita con las direcciones
mi mujer mi paraguas mis bolsillos

es decir que sabés todo de afuera
todo de superficie     de exteriores
delatarás mi sobra y mi pellejo
y eso no alcanza para hacer la ficha

donde no podés ver     donde no llegan
tus antenas      en la aurícula izquierda
tengo mi berretín inexpugnable
a pruebas de derrotas y de olvido

allí el destino o no sé quién carajo
armó el amor y almacenó los odios
pero es ahí donde perdés la pista
es ahí donde vamos a joderte

señor molusco        caballero lapa

sábado, 5 de abril de 2014

Hombre que mira la tierra

Hombre que mira la luna

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Es decir la miraba     porque ella
se ocultó tras el biombo de nubes
y todo porque muchos amantes de este mundo
le dieron sutilmente el olivo

con su brillo reticente la luna
durante siglos consiguió transformar
el vientre amor en garufa cursilínea
la injusticia terrestre en dolor lapizlázuli

cuando los amantes ricos la miraban
desde sus tedios y sus pabellones
satelizaba de lo lindo y oía
que la luna era un fenómeno cultural

pero sí los amantes pobres la contemplaban
desde su ansiedad o desde sus hambrunas
entonces la menguante entornaba los ojos
porque tanta miseria no era para ella

hasta que una noche casualmente de luna
con murciélagos suaves      con fantasmas y todo
esos amantes pobres se miraron y a dúo
dijeron     no va más      al carajo selene

se fueron a su cama de sábanas gastadas
con acre olor a sexo deslunado
su camanido de crujiente vaivén

y libres para siempre de la luna lunática
fornicaron al fin como dios manda
o mejor dicho como dios sugiere

miércoles, 2 de abril de 2014

Hombre que mira un rostro en un álbum

Hombre que mira un rostro en un álbum

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Hacía mucho que no encontraba a esta mujer
de la que conozco detalladamente el cuerpo
y creía conocer aproximadamente el alma

pasado no es presente
eso está claro
pero de cualquier manera hay conmemoraciones
que es bueno revivir

donde hubo fuego
caricias quedan

de pronto ella emerge del susurro evocante
y en voz alta sostiene
que los obreros entienden muy poco
que el pueblo en el fondo es más bien cobarde
que los jóvenes no van a cambiar el mundo
que la violencia bah
que la violencia ufa
que el confort lo alcanza quien lo busca

sólo entonces lo advierto
no me importa que hable en voz alta
mejor dicho no quiero que regrese al susurro

es apenas un rostro en un álbum
y ahora es fácil
                  dar vuelta la hoja

martes, 1 de abril de 2014

Hombre que mira más allá de sus narices

Hombre que mira más allá de sus narices

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Hoy me despierto tosco y solitario
no tengo a nadie para dar mis quejas
nadie a quien echar mis culpas de quietud

sé que hoy me van a cerrar todas las puertas
que no llegará cierta carta que espero
que habrá malas noticias en los diarios
que la que quiero no pensará en mi
y lo que es muchísimo peor
que pensarán en mí los coroneles
que el mundo será un oscuro
     paquete de angustias
que muchos otros      aquí o en cualquier parte
     se sentirán también toscos y solos
que el cielo se derrumbará
     como un techo podrido
y hasta mi sombra
     se burlará de mis confianzas

menos mal menos mal
que me conozco

menos mal que mañana
o a más tardar pasado
sé que despertaré alegre y solidario
con mi culpita bien lavada y planchada
y no solo se me abrirán las puertas
     sino también las ventanas y las vidas
y la carta que espero llegará
     y la leeré seis o siete veces
y las malas noticias de los diarios
     no alcanzarán a cubrir la buenas nuevas
y la que quiero
     pensará en mi hasta conmoverse
y lo que es muchísimo mejor
     los coroneles me echarán al olvido
y no solo yo       muchos otros también
     se sentirán solidarios y alegres
y a nadie le importará
     que el cielo se derrumbe
     y más de uno dirá que ya era hora
y mi sombra empezará a mirarme con respeto

será buena 
tan buena la jornada
que desde ya
mi soledad se espanta

domingo, 30 de marzo de 2014

Hombre que mira sin sus anteojos

Hombre que mira sin sus anteojos

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran


En este instante el mundo es apenas
     un vitral confuso
los colores se invaden unos a otros
y las fronteras entre cosa y cosa
     entre tierra y cielo
     entre árbol y pájaro
están deshilachadas e indecisas

el futuro es así un caleidoscopio de dudas
y al menor movimiento el lindo pronóstico
     se vuelve mal agüero
los verdugos se agrandan hasta parecer
     invencibles y sólidos
y para mí que no soy lázaro
     la derrota oprime como un sudario

las buenas mujeres de esta vida
     se yuxtaponen se solapan se entremezclan
la que apostó su corazón a quererme
     con una fidelidad abrumadora
la que me marcó a fuego
     en la cavernamparo de su sexo
la que fue cómplice de mi silencio
     y comprendía como los ángeles
la que imprevistamente me dio una mano
     en la sombra y después la otra mano
la que me rindió con un solo argumento de sus ojos
     pero se replegó sincera en la amistad
la que descubrió en mí lo mejor de mí mismo
     y linda y tierna y buena amó mi amor

los paisajes y las esquinas
los horizontes y las catedrales
     que fui coleccionando
     a través de los años y los engaños
se confunden en una guía de turismo presuntuoso
de fábula a narrar a los amigos
y en ese delirio de vanidades y nostalgias
es difícil saber qué es monasterio y qué blasfemia
     qué es van gogh y qué arenques ahumados
     qué es mosaico y qué agua sucia veneciana
     qué es aconcagua y qué es callampa

también los prójimos se arraciman
     crápulas y benditos
     santos e indiferentes y traidores
e inscriben en mi infancia personal
tantas frustraciones y rencores
que no puedo distinguir claramente
     la luna del río
     ni la paja del grano

pero llega el momento en que uno recupera
     al fin sus anteojos
y de inmediato el mundo adquiere
     una tolerable nitidez

el futuro luce entonces arduo
     pero también radiante

los verdugos se empequeñecen hasta
     recuperar su condición de cucarachas
de todas las mujeres una de ellas
     da un paso al frente
     y se desprende de las otras
     que sin embargo no se esfuman
de las ciudades viajadas surgen
     con fervor y claridad
     cuatro o cinco rostros decisivos
     que casi nunca son grandilocuentes

cierta niña jugando con su perro
     en una calle desierta de ginebra
un sabio negro de alabama que explicaba
     por qué su piel era absolutamente blanca
ella fitzgerald cantando
     ante una platea casi vacía
     en un teatro malamuerte de florencia

y el guajiro de oriente
     que dijo tener un portocarrero
     y era una lata de galletitas
     diseñada por el pintor

del racimo de prójimos puedo extraer
     sin dificultades
una larga noche paterna una postrera charla
     síntesis de vida
     con la muerte rondando en el pasillo
el veterano que trasmitía
     sin egoísmo y sin fruición
     algunas de sus claves de sensible

el compañero que pensó largamente en la celda
     y sufrió largamente en el cepo
     y no delató a nadie
el hombre político que en un acto
     de incalculable amor
     dijo a un millón de pueblo la culpa es mía
     y el pueblo empezó a susurrar fidel fidel
     y el susurro se convirtió en ola clamorosa
     que lo abrazó y lo sigue abrazando todavía
la gente      la pura gente
     la cojonuda gente a la orientala
     que en la avenida gritó        tiranos temblad
     hasta que llegó al mismísimo
     temblor del tirano
y la muchacha y el muchacho desconocidos
     que se desprendieron un poco de sí mismos
     para tender sus manos y decirme
     adelante y valor

decididamente
no voy a perder más mis anteojos

por un imperdonable desenfoque
puede uno cometer gravísimos errores

jueves, 27 de marzo de 2014

Hombre que mira el techo

Hombre que mira el techo

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Siempre hay una jornada fuera de serie
en que uno logra sentirse sereno
pero está lejos de ser una canonjía
ya que la serenidad no es el mejor
de los estados posibles e imposibles

hoy por ejemplo tomo distancia 
con respecto a las cosas y a mí mismo
y no por eso echo al olvido
qué joda era  qué bueno era
estar adentro del entrevero

después de todo la famosa
serenidad es una isla
autorizada comonó
y legal
aunque rodeada inexorablemente
por emociones clandestinas

todavía me siento un poco incómodo
en mis primicias de sereno
como quien entra en un traje nuevo
que tiene bajas las hombreras

pero el cuerpo y el alma son
animalitos de costumbres
mañana la incomodidad
será menor y en pocos días
me habré habituado a estar sereno

eso me llena a veces de alegría
es claro que se trata de una alegría serena
y en consecuencia uno no sale a dar abrazos
ni pega gritos ni le canta al cielo
a lo sumo archiva caricias y otros prólogos
por estricto orden cronológico

también llega a invadirme el desconsuelo
pero se trata de un sereno desconsuelo
y por lo tanto nadie solloza
ni dice mierda
ni putea
sencillamente
como un modesto mago
de rojo circo de domingo
                           o de feria
tomo los naipes del amor
los barajo con parsimonia
y en las narices del viejo público
que es como hacerlo en mis narices
mágicamente los transformo
en nuevos naipes de amistad

lo único extraño viene a la noche
pues se presume que un sereno
ha de dormir serenamente
pero yo paso horas y horas
mirando el techo

o sea que 
no sé hasta cuando estaré sereno
por que la calma no da abasto

hay que confiar y yo confío
no hay mal que dure
                    cien años

Hombre que mira a una muchacha

Hombre que mira a una muchacha

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Para que nunca haya malentendidos
para que nada se interponga
voy a explicarte lo que mi amor convoca

tus ojos que se caen de desconcierto
y otras veces se alzan penetrantes y tibios
tienen tanta importancia que yo mismo me asombro

tus lindas manos mágicas
que te expresan a veces mejor que las palabras
tan importantes son que no oso tocarlas
y si un día las toco es solamente
para retransmitirte ciertas claves

tu cuerpo pendular
que duda en recibirse o entregarse
y es tan joven que enseña a pesar tuyo
es un dato del cual me faltan datos
y sin embargo ayudo a conocerlo

tus labios puestos en el entusiasmo
que dibuja palabras y promete promesas
son en tu imagen para mí los héroes
y son también el ángel enemigo

en mi amor estás toda o casi toda
me faltan cifras pero las calculo
faltan indicios pero los descubro

sin embargo en mi amor hay otras cosas
por ejemplo los sueños con que muevo la tierra
la pobre lucha que libré y libramos
los buenos odios esos que ennoblecen
el dialogo constante con mi gente

la pregunta punzante que me hicieron
las respuestas veraces que no di

en mi amor hay también corajes varios
y un miedo que a menudo los resume
hay hombres que miran como yo tras las rejas
a una muchacha que podrías ser vos

en mi amor hay faena y hay descanso
sencillas recompensas y complejos castigos
hay dos o tres mujeres que forman tu prehistoria
y hay muchos años demasiados años
de inventar alegrías y creerlas
después a pie juntillas


querría que en mi amor vieras todo eso
y que vos muchachita
con paciencia y cautela
sin herirme ni herirte
recatarás de allí la luna el río
los emblemas rituales
los proyectos de besos o adioses
el corazón que aguarda pese a todo

martes, 25 de marzo de 2014

Hombre que mira a través de la niebla

Hombre que mira a través de la niebla

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Me cuesta como nunca
      nombrar los árboles y las ventanas
      y también el futuro y el dolor
el campanario está invisible y mudo
      pero si se expresara
      sus tañidos
      serían de un fantasma melancólico

la esquina pierde su ángulo filoso
nadie diría que la crueldad existe
la sangre mártir es apenas
      una pálida mancha de rencor

cómo cambian las cosas
      en la niebla

los voraces no son
      más que pobres seguros de sí mismos
los sádicos son colmos de la ironía
los soberbios son proas
      de algún coraje ajeno
los humildes en cambio no se ven

pero yo sé quién es quién
      detrás de ese telón de incertidumbre
sé dónde esta el abismo
      sé donde no está dios
sé dónde está la muerte
      sé dónde no estás tú

la niebla no es olvido
      sino postergación anticipada

ojalá que la espera
      no desgaste mis sueños
ojalá que la niebla
      no llegue a mis pulmones
y que vos muchachita
      emerjas de ella
como un lindo recuerdo
      que se convierte en rostro

y que yo sepa por fin
      que dejas para siempre
      la espesura de ese aire maldito
cuando tus ojos encuentren y celebren
      mi bienvenida que no tiene pausas

lunes, 24 de marzo de 2014

Hombre que mira la tierra

Hombre que mira la tierra

(Poemas de otros - 1974)

Trece hombres que miran

Cómo querría otra suerte para esta pobre reseca

que lleva todas las artes y los oficios
en cada uno de sus terrones
y ofrece su matriz reveladora
para las semillas que quizá nunca lleguen

cómo querría que un desborde caudal

viniera a redimirla
y la empapara con su sol en hervor
o sus lunas ondeadas
y la recorriera palmo a palmo
y la entendiera palma a palma

o que descendiera la lluvia inaugurándola

y le dejara cicatrices como zanjones
y un barro oscuro y dulce
con ojos como charcos

o que en su biografía

pobre madre reseca
irrumpiera de pronto el pueblo fértil
con azadones y argumentos
y arados y sudor y buenas nuevas
y las semillas de estreno recogieran
el legado de las viejas raíces

cómo querría que se escucharan

su verde gratitud y su orgasmo nutricio
y que el alambrado recogiera sus púas
ya que por fin sería nuestra y una

cómo querría esa suerte de tierra

y que vos muchachita
entre brotes o espigas
o aliento vegetal o abejas mensajeras
te extendieras allí
mirando por primera vez las nubes
y yo tapara lentamente el cielo

Hombre preso que mira a su hijo

Hombre preso que mira a su hijo

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

al "viejo" Hache

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurriría en un país
donde los presidentes andaban sin capangas

que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos

realmente botija no sabían un corno
pobrecitos creían que libertad
era tan sólo una palabra aguda
que muerte era tan sólo grave o llana
y cárceles por suerte una palabra esdrújula

olvidaban poner el acento en el hombre

la culpa no era exactamente de ellos
sino de otros más duros y siniestros
y éstos sí
cómo nos ensartaron
en la limpia república verbal
como idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros

y como nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles

uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aquí
mirándote y echándote
                        de menos

por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos

vos ya sabés que tuve que elegir otros juegos
y que los jugué en serio

y jugué por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policías
y  jugué por ejemplo a la escondida
y si te descubrían te mataban
y jugué a la mancha
y era de sangre

botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides

por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los riñones

todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durísimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre

pero también es bueno que conozcas
que tu viejo calló
o puteó como un loco
que es una linda forma de callar

que tu viejo olvido todos los números
(por eso no podría ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos

y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en qué esquina
en qué bar
qué parada
qué casa

y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar

una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de vergüenza

por eso ahora
me podés preguntar
y sobre todo
puedo yo responder

uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere

llorá nomás botija
                     son macanas
que los hombres no lloran
aquí lloramos todos

gritamos berreamos moqueamos chillamos
     maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse

llorá
      pero no olvides.

domingo, 23 de marzo de 2014

Hombre que mira al cielo

POEMAS DE OTROS

1973-1974



Para que pueda ser he de ser otro,
salir de mi, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.
OCTAVIO PAZ
TRECE HOMBRES
QUE MIRAN
Mire la calle.
¿Cómo puede usted ser
indiferente a ese gran río
de huesos, a ese gran río
de sueños, a ese gran río
de sangre, a ese gran río?
NICOLAS GUILLEN
Hombre que mira al cielo

(Poemas de otros - 1974)
Trece hombres que miran

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
    sus molares caninos e incisivos
    y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
    se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
    y mis hermanos puedan hacer de nuevo
    el amor y la revolución
que cuando enfrentemos el implacable espejo
    no maldigamos ni nos maldigamos
que los justos avancen
    aunque estén imperfectos y heridos
que avancen porfiados como castores
    solidarios como abejas
    aguerridos como jaguares
    y empuñen todos sus noes
    para instalar la gran afirmación
que la muerte pierda su asquerosa puntualidad
que cuando el corazón se salga del pecho
    pueda encontrar el camino de regreso
que la muerte pierda su asquerosa
y brutal puntualidad
    pero si llega puntual no nos agarre
    muertos de vergüenza
que el aire vuelva a ser respirable y de todos
y que vos muchachita sigas alegre y dolorida
    poniendo en tus ojos el alma
y tu mano en mi mano
y nada más

por que el cielo ya está de nuevo torvo
    y sin estrellas
con helicóptero y sin dios.

miércoles, 19 de marzo de 2014

La gloria

La gloria

(El mundo que respiro - 2001)


La gloria siempre incluye a pesar suyo
algún trocito de fracaso inmóvil
y si no recordemos a bolívar
a napoleón a kafka a galileo
a roque dalton o a oscar wilde
y también a mi tía maestra
a mi padrino y a mi diputado
la gloria a menudo es tan incómoda
como la juventud o el viento norte
siempre carga con sobrantes de culpa
que suelen molestar como una noria
la gloria es un achaque tan sencillo
que no mejora con los monumentos
y si llega al mojón de la desgloria
allí estarán la lápida y el ramo.

domingo, 16 de marzo de 2014

Irse

Irse

(El mundo que respiro - 2001)

Cada vez que te vayas de vos misma
no olvides que te espero
en tres o cuatro puntos cardinales

siempre habrá un sitio dondequiera
con un montón de bienvenidas
todas te reconocen desde lejos
y aprontan una fiesta tan discreta
sin cantos sin fulgor sin tamboriles
que sólo vos sabrás que es para vos

cada vez que te vayas de vos misma
procurá que tu vida no se rompa
y tu otro vos no sufra el abandono/
y por favor no olvides que te espero
con este corazón recién comprado
en la feria mejor de los domingos

cada vez que te vayas de vos misma
no destruyas la vía de regreso
volver es una forma de encontrarse
y así verás que allí también te espero.