Los descansos
(Próximo prójimo - 1965)
I
Ni ahora ni después
ni al medio día
ni en la tarde brevísima
ni en la noche pesada
ni mañana
ni dentro de diez días
tendré
lo qué se dice
tiempo
de ahí que el descanso sea
una gloriosa
inmerecida siesta
que siempre duermen otros
II
Uno quisiera a veces conseguir un insomnio
para tasar con calma
con cordura
los fracasos las viles resonancias
y aprender del silencio
ese maestro
un insomnio sin miedo
sin ruidos evidentes
agresivos
a lo sumo escuchar la tarea ominosa
de los tercos roedores de la noche
sentir cómo sus dientes
diminutos
constantes
destruyen el futuro
un insomnio sereno
para que el viejo espíritu
o la nueva cabeza
canjeen de una vez sus exiguas angustias
por una angustia grande
crecida
verdadera
pero ya no se puede
no existe ese derecho
a la noche uno cae como roca ajena
como un susto
de plomo
y el sueño es nada más que una vacía
sinopsis de la muerte.
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